martes, 25 de mayo de 2010

Mirando mi trocito

Vuelvo a estar aquí. Apoyada en tu hombro. Y sólo yo sé que es el único lugar del mundo mío, y no quiero que se entere nadie. Así que sigo en silencio, casi no me muevo, casi no respiro.
Desde aquí solo veo una cosa, tus labios, rosados, algo fuertes. Ni siquiera los veo enteros, solo la delgada curva que dibuja el de arriba y mi trocito. (Mmmmm mío).
Creo que es de día, que hace sol, no hay nubes, pero no lo sé. Solo tengo tus labios.
Y a veces cierro los ojos, y siguen ahí.
Los abro, y ahí.
Los cierro.
Abro solo uno; estoy jugando.
Es divertido saber que no van a salir corriendo, que son para mí, y guardar ese pensamiento. Dejar recorrer mi espalda por un escalofrío.