jueves, 7 de octubre de 2010

Todavía hoy puedo sentir
el aire de tu repiración
moviendo mi pelo.
Puedo sentir tus brazos
rodeando todo mi cuerpo
tu pecho apretado
y bajo esa presión
contra mi pecho,
tus latidos.
La poca distancia entre tu piel y mi piel.
Vuelvo a sentir tus besos
párvulos, tiernos
que no tocan mis labios
los dejan morir
sin ser besados.