jueves, 7 de octubre de 2010

Cuando te miro hay
diez millones de cosas
que quiero decirte.


Te cuento qué tal he dormido,
cómo llevo la semana
y cuanto te he echado
de menos, desde que no te veo.
Pregunto
qué tal estás tú,
tu madre y tu perro
y cuánto me quieres.
Aunque parezca mentira
cuando te miro
te digo que te adoro
-porque yo ya no te quiero
es más-
y confieso que llevo tiempo
colgada
de una arruga de tus labios.
Quizá, del pliego izquierdo.
Y mis ojos se abren más.
Y pierdo la verguenza,
y grito
que estoy deseando abrazarte
que me beses
que voy a correr hacía tí
te morderé en el cuello.


Pero tu no me oyes
tus ojos, sordos
mis parpados lloran
porque no escuchaste cuando te dije
que quería que fueses
mi príncipe.